Después de un primer vistazo al reglamento de En Nombre de Su Majestad, la mejor manera de comprobar si las buenas sensaciones que desprende son realidad es empezar a jugar.
Aunque las primeras partidas que hemos realizado con este reglamento se hicieron un poco lentas de ir comprobando bien cada regla y paso, en seguida se coge la mecánica, y por ejemplo entre la primera y segunda partida la velocidad de los turnos se nota mucho.