Estimados amigos,
Me pongo en contacto con vosotros para plantearos unas cuestiones que me producen curiosidad.
Desde hace algún tiempo vengo informándome de un tipo de juego que es conocido como “megagame”. Este tipo de juegos se juega como si fuera de guerra sobre tablero pero interpretando unos roles, por lo que es una mezcla de juego de tablero con juego de rol.
Lo característico del juego es que permite jugar a decenas de personas (hasta de 150 personas he conocido partidas). Los jugadores se dividen en grupos que siguen una jerarquía, como la cadena de mando en un ejército o la estructura política de un Estado. La comunicación entre los grupos genera tal flujo de información que es necesario un gran número de “controladores” o “árbitros” para asegurar el buen funcionamiento del juego. Por último, estos juegos también se caracterizan por la máxima inmersión de los jugadores en el juego (su parte de juego de rol) hasta el punto de lograr prescindir de acciones como tirar los dados, elegir cartas o mirar tablas de valores que rompen la magia de la recreación del acontecimiento que se juega.
Estas características son las mismas con las que contaba el Kriegsspiel, el primer juego de guerra moderno, hacia principios del S.XIX.
Algunas direcciones donde consultar y profundizar sobre estos juegos son:
- Megagame Makers
http://www.megagame-makers.org.uk/ - Página personal de Jim Wallman
http://www.jimwallman.org.uk/ - Página personal de Paddy Griffith
http://myweb.tiscali.co.uk/paddygriffith/ - Kriegsppiel News
http://www.kriegsspiel.org.uk/ Me he comunicado directamente con Megagame Makers en Reino Unido para consultar con ellos la existencia de grupos o clubes en España que hayan tenido experiencia con este tipo de juegos. Muy cordialmente me han respondido que no tienen conocimiento de gente en España que haya mostrado interés hasta el momento. Por esta razón me pongo en contacto con ustedes. Me gustaría saber si conocen este tipo de juegos y si alguna vez se han planteado organizar uno (o si lo han hecho anteriormente).
Atentamente,
Carlos Macías
